Lo tenía claro el Español. Sabían los periquitos a lo que venían y sabían cómo jugarle a un Sevilla que le puso más corazón que cabeza. Pocas ocasiones claras y yo diría que las más claras las tuvieron los catalanes. El Sevilla no era capaz de llegar con claridad ante Pau y las pocas veces que llegamos, lo hicimos de forma aturrullada y sin ideas, pidiendo faltas donde no las había, peleándonos con el mundo y no encontrando maneras de hacer daño a este Español que en los últimos partidos lo está bordando de forma seria y ordenada. Un RCD Español muy bien organizado por Sergio González.
Era complicado, ya lo dije cuando terminó la ida, que pasáramos esta eliminatoria que se nos puso tan cuesta arriba y en la que nuestros fallos nos condenaron a la eliminación. Apelamos a la hombría de antaño, a la heróica de otros tiempos, a la comunión perfecta entre afición y equipo, a horas animando antes del comienzo, a precalentamiento al más puro estilo de nuestro expresidente.
Pero no.
Ni este equipo tiene ese espíritu de antes ni el Español dio la más mínima de las ventajas.
Sería injusto predicar que la eliminatoria no la hemos conseguido cuando lo verdaderamente justo es decir que los periquitos la han merecido sí o sí. Ellos, tanto allá como acá, han puesto lo que a nosotros nos ha faltado....la inteligencia, el saber estar y entender un partido a cara de perro como suelen ser estos de Copa.
Ahora a centrarnos en Liga primero y en UEFA después. La Copa ya es historia.
Sólo me queda desearle al Español y a los españolistas la mejor de las suertes en su andadura copera. Ya es hora de que el destino os premie con algo importante después de tantos sufrimientos.
SUERTE Real Club Deportivo Español.
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